60 min
Intermedio
6 personas
Las sopaipillas tienen sus orígenes en la cocina árabe y fueron introducidas al continente americano por los españoles. Su nombre es objeto de diversas teorías: una vinculada a un pan remojado en aceite y otra que lo asocia a un pájaro del sur de Chile, bautizado así por los mapuches.
A lo largo del tiempo, estas masas fritas se han convertido en un ícono de la gastronomía chilena, presentes en todo tipo de celebraciones y ocasiones. Su versatilidad es inigualable: desde un reconfortante desayuno en un día frío hasta un acompañamiento en una reunión familiar.
Además, su preparación se adapta a distintos gustos: pueden freírse de forma tradicional o bien hornearse para una opción más saludable.
Cómo hacer sopaipillas es una búsqueda común entre los amantes de la cocina chilena. Esta receta es fácil de seguir y los ingredientes son comunes en cualquier despensa chilena.
Además, conservarlas es sencillo. Una vez fritas, debes dejarlas enfriar completamente antes de guardarlas en un recipiente hermético. Así, se mantendrán frescas por varios días.
Para realzar aún más su sabor, puedes acompañar las sopaipillas con pebre, ají, salsas, o incluso un poco de miel o chancaca derretida para un toque dulce. Estas combinaciones hacen que las sopaipillas sean aún más deliciosas y versátiles.